Seguidores

domingo, 12 de febrero de 2017

doce

se me estan helando los huesos
otra vez,
cuando el reloj marque las doce
el frío llegará a mi alma
como cada noche,
y de mis ojos caerán
gotas de vacio,
de mi boca saldrán
silenciosos llantos,
y en mi cama habrá una niña
a la que ya no pueden reparar.

viernes, 1 de julio de 2016

Ficción de pelicula.

Abrigo negro, ojos azules, mente llena de luces. Inspirame, ficción. Y luego expirame, dame a luz.
Trágico. Mágico.
Andas peculiar, hablas peculiar, piensas peculiar. Pareces de pelicula.
Imagínate, misantropo. Eres un pesimista patológico. Tan artístico, tan ilógico. Simplemente icónico.
Exclamativa interpretada interrogativa.
Callas a los que hablan. Hablas a los que callas. Pareces de cuento, y no de hadas.
Temen a la muerte pero tu tienes el suicidio de temerle a la vida. ¿Es esa condena o salvación?

Sigues siendo ficción.

Quererse

Ya me cansé de escribirle a otros, con o. Pudiendo escribirme a mi misma. Supongo que estoy empezando a quererme, empezando a entender que se puede ser musa y artista a la vez.
Puedo estar enamorada de mi sonrisa, y de mis ojos, y de mi piel, y de mis huesos, e incluso de todo lo que odio y a la vez estoy queriendo.
Puedo verme preciosa recién levantarme o siento la más arreglada.
Puedo convertirme en arte. Serlo, solo para mi. Puede que ese sea el mayor regalo que nadie me dará jamás.
Supongo que no hay nada más bonito que no necesitar abrazar a nadie en invierno, porque puedes abrigarte tu sola, y gustarte.

Porque es muy bonito esto de quererse, deberíamos probarlo todas.

Libertad

Y no te enamores de sus ojos, ni de su sonrisa, ni de su cuerpo, ni de todas las cosas románticas que quedan bien en una película de los 80s, y de los 90s, y de los 2000.
Ni si quiera hace falta que te enamores, pero si lo haces que sea por sus ganas de gritarle al mundo que no tiene razón, que a los malos los pintan como los buenos siempre, que la justicia se ríe en nuestra cara mientras le lamemos el culo. Que ni quiere ser objeto de deseo ni sinónimo de belleza. Que quiere ser libre. Que quiere ser mujer, follarse a muchos chicos, a muchas chicas, mientras gime 'que os jodan' porque no podéis meteros en su cabeza. Por demostrarle a todos que es igual de respetable yendo tapada hasta la cabeza o desnuda hasta los pies. Que es un pájaro y una leona. Pelea como una chica y dice que no podrían hacerle mayor cumplido que ese. Porque es que es una chica. Y no tu chica. Es su propia mujer. Tan suya como el viento que jamás podrás coger.

Porque hace lo que quiere y piensa que no hay nada más inmenso que convertirse en la libertad, que ser el cambio que quiere presenciar.

Y si no
no te enamores de ella.

viernes, 1 de abril de 2016

Compostela

Y yo que echo de menos las estrellas de Santiago de Compostela que brillan en tus ojos
Que la primera vez que te vi fue gracias al mes de abril, y era el ultimo día de marzo.
Que las noches han gritado tu nombre todas las lunas llenas, y las vacías. Y yo solo se que empezabas por J. Que he memorizado tu voz como si de mi salvación se tratase, y será mi condena. Que las primeras palabras que me dijiste se quedaron demasiadas marcadas, lo primero que salió de mi boca fue gracias a mi caja torácica, y eso, eso no lo consigue cualquiera.
Las ciudades pequeñas nunca fueron tan grandes.
Nunca quise más una letra.
Te diré, que las iniciales quedan mejor juntas.


siento que nunca te vuelva ver.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Entiendelo si puedes

Inserte aquí descripción fallida de intento de paz. De chica escribiendo a las 1:13 sin ser capaz de que le salgan las palabras. De insomnio y de somniferos. De sueño y de sueños. Y de pesadillas. De quinceañeras suicidas en vida. Del 16% de batería. De tener diecisiete y sólo pensar en como serán los 18. De tener dieciocho y echar de menos los diecisiete. De retroceder. Al número favorito de la chica que escribe a las 1:15 en un cuarto a oscuras. Al número de la mala suerte. El de los martes trágicos y las comedias fuertes. El que se ponen jovenes estrellas del cauntry antes de salir al escenario en la mano. El que corren la misma marginación que algunos gatos. Y herraduras mal puestas de caballos. Y adelantar hasta el día de su nacimiento y recordar que dos de tres son 22.
Y ni multiplicado son el número de veces nos que fallamos.

Entiendelo si puedes.
Entiendeme si puedes.

Yo que se a veces

A veces es como el primer rayo de luz de verano.
A veces es como la primera lluvia de invierno.
Recordando, a veces, que puede ser primavera sin flores, y otoño con hojas. Pero nunca ningún mes cálido será tan brillante como el frío de tus ojos.
A veces, simplemente desapareces. Te vas, estando, permaneciendo, pero 'fuera de'. Siempre dicen que los últimos en llegar son los primeros en irse. Alguien debería decirles que hay quienes ni son primeros ni últimos e incluso marcan más.
Hay días cualquiera de marzo, y veintidós de abril marcados. Y fuego que convierte pieles de extraños en ceniza, todos los días.
No se que intento comunciar, pero el teléfono aún no ha parado de sonar.
Si lo enciendo parará.

Gc

Hay un chico en una habitación oscura de un noveno piso. Que piensa sin saberlo en una chica, de la que sabe menos de lo que debería y más de lo que el mundo piensa.
Hay una chica en un segundo piso,a los pies de una silla, a añicos de desmoronarse, más joven de lo que parece. Que piensa en un chico que sabe que podría ser el indicado, tanto como lo difícil que sería que eso fuera cierto.
Hay dos personas pensando una en la otra. En dos ciudades distintas. Con edades distintas. Y sueños en común.
Hay dos personas pensando la una en la otra. Que se han intercambiada dos frases en tres o cuatro años. Que puede que tengan incluso más gustos en común de los que ellos, sin querer, se han dado cuenta que tenían.
Y a pesar de ello, parece tan platónico.
Imposible es que no se den cuenta de que podrían ser la más bonita historia contada.
Ni todas las canciones de Bugg.

jueves, 1 de octubre de 2015

lortres

Ya van miles de veces
intentando romper
el papel
con la yema de los dedos
y en vez de cortarlo yo
me ha herido el a mi.
Y de tanto dolor
él folio blanco
se ha vuelto sangre
y parece
que todos los ciervos
han venido a llorar en él.
Y se le han quedado
expuestas las entrañas
a los conejos muertos.
Los ojos
de los ciegos de estupidez.
La saliva
a los que hablan
sin decir nada.
El truco
a los magos
que hacen realmente magia
y aún no lo saben.
La cruz
a los que alaban a Dios
para que les salve
y no por ser Dios.
La corona
a las princesas
que de tanto besar principes
se han olvidado
lo que era querer a la rana.
La estrella
a los que piden deseos
teniendo al mayor
justo al lado
sin saberlo.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Enferma 27.

Y estoy en el último ascensor de la última sala del último piso. Con lo que creo que son dos enamorados y un loco de atar, que vienen siendo tres locos. Y seis personas más, con las mentes colapsadas de dinero. Luego está una chica que lleva aquí unas cuantas horas, subiendo y bajando, sin parar. A ver si se le quita la claustrofobia que le dan los besos y las caricias de manos ajenas a su corazón. Porque quiere sentir, sin hacerlo demasiado. Y quiere ser humana, sin ser persona. Y no se da cuenta de que es lo mismo.
Que su labial rojo se le destiño entre dientes. De otros. Y ella sigue triste.
Que por sus piernas pasaron más corazones que gatos maullaron. Y ella sigue triste.
Que amaron su piel. Como la que más. Y quemaron sus recuerdos. Como la que menos. Y ella sigue triste.
Escoge lo último siempre, porque piensa que nada le va mejor. Porque el vaivén de sus caderas dejó de ser visible hace demasiado tiempo. Porque es presa de mentes vacías. Que le vuelven loca, y no en el buen sentido. Porque veo como se sienta en el ascensor cansada de tanto esperar algo que nunca llegará, y ve que aunque ella se pare todo sigue subiendo y bajando, y el tic tac sigue sonando. Y las puertas se siguen abriendo y cerrando. Y ve pasar miles de vidas ocupadas y otras clandestinas. Y ella sigue inmóvil. Viendo como el mundo que es un ascensor hace metáforas de la vida de todos. Y nadie lo ve. Salvo ese fantasma que nadie recuerda ya.

Querida. Deja de estar despierta en pesadillas.

Ascensores y claustrofobia.

Tengo muchas ganas de gritar. Pero todo esta en silencio de sentimientos. Tengo mil deseos en el bolsillo izquierdo y mil poemas en el derecho. Pero ni les enseño el mundo ni el mundo quiere verlos.
En todos los relojes marcan las 12:00, y en el mío siguen siendo las 11:55. Igual es que de tanto temblarme las rodillas y pararseme el corazon, a mi cuerpo se le olvidó como reanudar el tiempo, y coger aliento. Y seguir corriendo.
Pero sigo paralizada con las manos heladas en un ascensor que me esta ahorcando, y veo borrosos todos sus botones pero se que en ninguno hay números, ni tampoco se cuál marcar. Esto no lleva a ninguna parte. Y mi cuerpo tampoco.
Son ya las 12:05. Y yo sigo atrapada mirandome a un espejo roto con todos los cristales intactos. Se esta tintando solo. De gris.
Son las 12:15 y yo llevo envuelta en la misma fracción de segundo lo que parece ser una eternidad.
Y los alcones están picoteando todas las puertas de todos los ascensores. Menos del mío. Escucho sus adentros gritar y sus corazones latir a toda velocidad.
Siento los pasos adultos que aún no dieron todos los niños grandes. Siento la primera risa de todos los bebes recién nacidos. Y lloro la primera lágrima por ellos. Siento las primeras cosquillas que se dan los enamorados. Siento todo lo que hay encima de mi. Y lo dejo caer.

Se abren las puertas.

viernes, 25 de septiembre de 2015

TÍTULO.

Habla de brebajes y ciudades con ironía siempre, sentado al lado de ventanales, que han sido testigos de más lágrimas que besos, de más estrellas fugaces que deseos.
Y la señora del bolso negro le felicita con sonrisa en la cara cosas por las que debería chillar. Pero supongo que a nadie le gusta que le griten la verdad.
Sentados le escribimos a fantasmas de carne y hueso. Y sabemos que a los veintidós nos reuniremos con ellos.
El título esta muy grande y a letras claras. Es tan sarcástico que quiero llorar por todos los que ya no pueden hacerlo. Pero me río primero, por si esta vez soy yo quien no repite el hecho.
Él llora en la orilla de cualquiera que no sea mar, ni otra cosa. Es consiciente de lo triste que sería que las lágrimas de dolor fuesen solo otras gotas más de un océano que somos todos.

21.

Payasos duermen en el autobús,
mientras él observa.
Deberían estar contentos,
pero están tristes,
todos están tristes,
él está triste.
Tiene tanto
y solo quiere quitarlo de su cabeza.
Ignora sus propios latidos.
La sal se mueve de la mesa,
entre ruido y obras maestras.
Enfados y pistolas. Negaciones internas.
Y él sigue con la mirada fija,
en la metáfora del globo 'felicidad' en la mano del payaso de capas de tristeza.
Abren las puertas. Y nunca se llega a ver. Y él escribe entre café, palabras tachadas que nunca llegaré a leer.